Los denominados Baños Árabes de Girona constituyen un ejemplo de construcción civil románica pero con evidentes influencias árabes, herederas de la tradición termal greco-romana. Se construyeron fuera del recinto amurallado de Girona hasta que el progresivo crecimiento de la ciudad los situó en su interior.
El complejo arquitectónico consta básicamente de tres elementos: el frigidarium (sala de agua fría), el tepidarium (sala de baño tibio) y dos salas de caldarium (vapor caliente). El frigidarium tiene una piscina central de planta octogonal sobre la cual hay una pequeña cúpula. El tepidarium presenta una planta rectangular cubierta por una bóveda de cañón con tragaluces. El caldarium cuenta con una estructura muy similar a la del tepidarium y está cubierto por una bóveda de cañón.
La documentación más antigua que se conserva sobre la existencia de los baños se remonta a diciembre de 1194 y en ella se hace constar que son propiedad del rey Alfonso I el Casto. El monarca cedía una parte de las rentas anuales de los baños a la iglesia de Santa María de Girona, según recoge el arquitecto, político e historiador Josep Puig i Cadafalch en su guía descriptiva “Els Banys de Girona”, publicada en 1936. Se atribuye la popularización de la designación de Baños Árabes de Girona al propio Puig i Cadafalch.
Reconstrucción, olvido y recuperación
El Sitio de Girona por parte de las tropas francesas, entre 1283 y 1285, afectó seriamente a los baños. Casi una década después, en 1294, el rey Jaime II los cedería a Ramon de Toilà a condición de que los reparase y reedificase, condición que se cumpliría en poco más de dos años. Después de estos trabajos, los baños mantendrían su condición de públicos al menos hasta la segunda mitad del siglo XIV. Posteriores referencias documentales apuntan a que los baños formarían parte de una propiedad privada durante los siglos XV y XVI. Un siglo más tarde, los baños se integraron en el monasterio de las religiosas capuchinas, que los destinarían para su uso personal y doméstico.
Los Baños Árabes de Girona recuperarían su propio espacio en 1929 cuando se firmaba un acuerdo por el que los baños se segregaban del monasterio y pasaban a manos de la Diputación de Girona. Actualmente los baños se encuentran bajo la tutela del Consell Comarcal del Gironès.
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